Galletas de jengibre

Seguimos con las recetas de navidad, si aún no se te había despertado el espíritu navideño éstas galletas lo conseguirán sin duda.

Están tremendas, hacen que toda la casa huela a navidad y encima son muy facilitas. Las puedes hacer con los niños y decorarlas, las devorarán.

Precalentamos el horno a 180ºC y dejamos preparadas las bandejas con papel de horno.

Por un lado mezclamos en un bol la harina con la levadura, las especias y la pizca de sal, reservamos.

En un calentador ponemos la mantequilla con el azúcar y el sirope a fuego medio hasta que se derrita y el azúcar se diluya.

Vertemos esta mezcla sobre la harina y mezclamos bien, primero con una cuchara de madera y luego con las manos hasta formar una masa uniforme y fácil de trabajar.

Si se cuartea es que le falta líquido, añade agua poco a poco hasta que la mezcla quede compacta. Y si está pegajosa es que le falta harina, amasa añadiendo harina hasta que no se te pegue de los dedos.

Separamos la mezcla en 2 o 4 bolas para que nos sea más fácil de trabajar con el rodillo. Aplanamos hasta conseguir el grosor deseado, más o menos medio centímetro.

Ahora toca la parte divertida, cortamos las galletas con los moldes que más nos gusten, los hay con miles de formas navideñas, el clásico muñeco de jengibre, estrellas, arbolitos. En mi caso las hice todas redonditas pero usé unas letras para poner frases navideñas.

Las ponemos en las bandejas dejando una separación de uno o dos centímetros entre las galletas y las horneamos a 180ºC durante 12 minutos, cuidado porque se queman muy rápido y se quedan duras.

Las sacamos del horno y las ponemos en una rejilla para que se enfríen antes de guardarlas en un tarro hermético o en una de esas latas de navidad que tienes llenas de hilos.

Yo te recomiendo que primero hagas unas de prueba para que aprendas cómo funciona tu horno, pero no deberías tener ningún problema.

Con éstas cantidades a mi me salieron unas 45 galletas aproximadamente, no sabría decir con exactitud porque me comí dos o tres antes de contar, no pude resistirme.

Están deliciosas y son un regalo perfecto para los familiares o amigos, las metes en un tarro bonito y les encantarán.

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* Si no consigues el sirope inglés, golden sirup, igual se puede sustituir por una miel suave, aunque variará algo el sabor.